Comparto una reflexión sobre un tema que me estaba circulando por mi mente desde hace años.
“¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová!
Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios.” (Sal 104:24)
“Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios.” (Ro 1:19:22)
Dios es el creador, sustentador y centro de todo el universo con su poder y su gloria creó todo lo que conocemos y que aún nos falta conocer, toda forma de vida y el hombre a su imagen y semejanza. Ese mismo Dios es quien controla toda su creación como un padre amoroso que escucha los pedidos de sus hijos y siempre responde conforme a su voluntad.
El apóstol Pablo en su carta a los romanos exhortaba a todo aquel que confiando es su propia sabiduría usaban los conocimientos que tenían en su propio beneficio, negando la existencia de un Ser Supremo creador de todas la cosas. Pero el Señor obra en los corazones de muchos que luego de aprender más sobre las maravillas del mundo quedan profundamente convencidos del poder de Dios.
El Señor reveló completamente el amor para con el mundo al enviar a su Hijo Unigénito para vivir como un hombre más, a excepción que no tenía pecado, sentir hambre y sufrimiento y a pesar de que nosotros seguimos siendo pecadores se ofreció en sacrificio por nuestros pecados.
Pero el plan de Dios no terminó en la cruz, pues con la muerte y resurrección de Cristo nos dió la oportunidad de reconciliarnos con Él. ¡¡¡Que gran muestra de amor!!!
El mismo poder que creó todas las cosas, cosas que nos maravillan en cada momento, es el mismo que resucitó a Cristo y es el mismo que nosotros como iglesia por medio de la oración podemos ser testigos.
¿Querés ser testigo del poder del Dios en nuestra iglesia?
¿Por qué confiar en nuestras propias fuerzas cuando podemos ponernos a disposición de su Santo Espíritu para que no las dé y en abundancia?
¿Podemos seguir viviendo a espaldas de Dios?
Citas Bíblicas: Salmos 104:24-35 / Romanos 1:19:22 / Salmos 24:1
“Feliz aquel que en su observación aprende, contemplando las maravillas de este vasto universo, ante tanta belleza, ante tanta grandeza, dobla tu rodilla y reconoce al Creador Divino”
Ampere (físico francés del siglo XIX)
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